De
esta oración se “derivó” la versión actual del “Padre Nuestro”, la oración de Jesús
a su Padre.
Está
escrita en arameo, en una piedra blanca de mármol, en Jerusalén, en el Monte de
los Olivos, en la forma que era invocada por Jesús. El arameo fue un idioma
originario en que Jesús le hablaba a su pueblo ya que era la lengua usada en la
región.
La
traducción del arameo al español, sin ninguna interferencia nos muestra cuán bella, profunda y verdadera
es esta oración de Jesús:
Abun
dabashmaya
Padre nuestro que estas
en el Cielo
Padre-Madre,
Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del
Cosmos!
Nethkadash
shamak
Santificado sea tu
nombre
Haz
brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que
podamos hacerla útil.